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Foto del escritorEva Maria Rosito Ruiz

Neuroeducación en el proceso de lectoescritura



La misión del Colegio Santa Catalina Laboure es de replantear el sistema educativo para brindar un aprendizaje del siglo XXI. Constantemente se buscan nuevas herramientas para acercar a nuestros estudiantes a una educación de excelencia. Los procesos de lectoescritura han sido un tema de relevancia ya que son un desafío constante para los niños de corta edad, que a pesar de la dificultad que esto conlleva sabemos que no es imposible alcanzarlo. Los estudios realizados basados en la neuroeducaciòn nos confirman que este proceso se da en diferentes edades de acuerdo a la madurez del niño, los cuales aplicamos a nuestros métodos de enseñanza.




¿Qué es la Neuroeducación?



Es una disciplina que relaciona la neurociencia,

psicología y pedagogía, que estudia la conducta humana y el funcionamiento del cerebro en los procesos de aprendizaje. Este busca modificar la educación en una forma intencionada al cerebro, basándose en estimulaciones y generando de esta manera el interés por descubrir en el niño, el cual juega un papel importante.





¿A qué edad el niño debería aprender a leer?


Evidentemente es una pregunta que en todos los países es de mucha controversia. La neurociencia nos habla que el aprendizaje lector lo podemos obtener a partir de los 5 a 7 años, pero todo depende de la madurez cerebral alcanzada por el niño y el interés que en él se despierte a partir de los estímulos generados por su entorno.





¿Pero cómo sabemos si está listo o no para dar el paso hacia el proceso de lectoescritura?

El cerebro en los primeros años de vida no está adaptado para aprender este proceso por lo tanto es algo que vamos desarrollando a partir de las experiencias. Al alcanzar los 5 años de edad el proceso de lectoescritura depende del dominio del lenguaje oral, mientras más palabras dominan es más fácil aprender a leer. Lo primero que ayuda a este proceso es lo visual y auditivo ya que transforma un símbolo en sonidos, dando paso al reconocimiento de las letras y por último comunicando la articulación y pronunciación de fonemas para darle un significado. Esto solo se logra cuando el cerebro del niño llega a la madurez y por el nivel de desarrollo que han logrado alcanzar.

Nuestra labor como centro educativo es facilitar este proceso, por lo cual día con día se implementan diferentes herramientas que ayudan a que el aprendizaje sea significativo e integral, basando estas experiencias en la neuroeducaciòn, tales como: utilización de inteligencias múltiples, elaboración de proyectos interdisciplinares, el desarrollo en las destrezas de pensamiento y excelencia física, no olvidando la implementación de la tecnología a base del juego.




¿Cómo podemos ayudar al niño en el proceso de la lectoescritura?


El adulto a cargo sirve de “cerebro externo” como medio motivador y apoyo para el niño. Por eso es muy importante la interacción que tengamos con ellos. El siguiente listado de actividades puede apoyar el proceso de lectoescritura. Hay que tomar en cuenta que no solo nos basamos en actividades lúdica y sensoriales, sino también se implementa la parte motriz gruesa que juega un papel importante, ya que estas actividades ponen en práctica ambos lados de nuestro cerebro que ayudan al niño a mejorar la lectura, la escritura, la destreza visual, etc.






Actividades motoras: Estas ayudan a mejorar la coordinación, ortografía, escritura, audición lectora y comprensión, integrando ambos hemisferios cerebrales (izquierdo y derecho).



∙ El gateo cruzado.

∙ Marcha cruzada.

∙ Doble garabateo.

∙ Gateo frontal y hacia atrás.

∙ Arrastrarse hacia adelante y hacia atrás.

∙ Realizar un recorrido, sin salirse, sobre líneas

trazadas en el piso,

∙ Marcha de cangrejo

∙ Saltos dentro y fuera (derecha - izquierda).

∙ Saltos alternando los pies.



- Actividades sensoriales: Es el medio por donde el niño desarrolla y estimula los sentidos (visual, auditivo y táctil) y recibe información de su entorno por ejemplo (colores, formas, olores, formas, sabores y sonidos) y fomenta la curiosidad del niño.



- Moldear letras con plastilina.

- Dibujar (consonantes y sílabas) en arena

- Dibujar en el espejo con vapor.

- Relacionar imagen con sílabas o consonantes

- Juegos de buscar y encontrar consonantes o sílabas

- Trazar palabras con yeso

- Repasar con el dedo trazos de consonantes o sílabas

- Rotular la mayoría de los objetos de la casa.

- Cantar canciones



- Actividades Lúdicas: la lectoescritura requiere buena coordinación óculo manual, un óptimo desarrollo de la motricidad fina y ser conscientes de la direccionalidad, entre otras cosas. Las actividades y juegos hacen posible que los chicos aprendan de una manera divertida y sin darse cuenta.



∙ Juegos de mesa implementando consonantes, sílabas o palabras.

∙ crucigramas

∙ sopas de letras

∙ Leer pictogramas

∙ Jugar al ahorcado

∙ Ordenar palabras u oraciones.

∙ Juegos de mímica

∙ Fichas lectoras con palabras.

∙ Juegos para descubrir palabras.

∙ Tarjetas preguntonas.



Como profesores estamos en constante innovación los cuales se ven reflejados en las aptitudes, habilidades y destrezas que desarrollamos en cada uno de nuestro alumnos, por lo mismo esperamos que estos también puedan también llegar a cada uno de los hogares y que tanto el maestro como el padre de familia puedan ser parte del aprendizaje significativo de los niños.


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